El 30 de abril 1952, el Excmo. Sr. Arzobispo Dr. Dn. José Garibi Rivera, pide al Padre Agustín Ramírez Barba se haga cargo de la construcción de una Casa de Ejercicios Espirituales en Tepatitlán.

 

Después de hacer los trámites correspondientes y comprar el terreno el P. Ramírez Barba con la colaboración de muchas personas de Tepatitlán, el día 1º de febrero de 1953, se puso la primera piedra para la Casa de Ejercicios bendecida por el Excmo. Sr. Dn. José Garibi Rivera.

Terminadas las partes principales de la casa, dio inicio la atención a Ejercitantes. Con motivo de las Bodas de Oro Sacerdotales del Emmo. Dr. Dn. José Garibi Rivera se atendieron 11 Sacerdotes como los primeros ejercitantes; él mismo dirigió esos ejercicios del 16 al 23 de mayo de 1955.

El 23 de mayo de 1955 se otorgó el permiso para que el Santísimo Sacramento permaneciera en la Capilla de la Casa de Ejercicios. Posteriormente se atendieron tandas para señores, señoras, matrimonios, señoritas, jóvenes, y niños como se hace hasta hoy en día.

 

LOS FUNDADORES DE LA CONGREGACIÓN
SIERVAS DEL SEÑOR DE LA MISERICORDIA.

 

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El Pbro. Agustín Ramírez Barba nació en San Miguel el Alto, Jalisco el 27 de agosto de 1881, en el seno de una familia de escasos recursos. Después de realizar los estudios civiles y eclesiásticos correspondientes, el 2 de agosto de 1908, fue ordenado sacerdote.

Fue maestro del Seminario Mayor de Guadalajara y pasando por muchas situaciones difíciles, fue nombrado capellán del Santuario del Señor de la Misericordia, en Tepatitlán, el 23 de julio de 1923.

En 1924 conoció la vida y obras de Sta. Teresita del Niño Jesús, y su camino de “Infancia Espiritual” por el cual fue impulsando a las almas de quienes a él se acercaban, encausándolas a esta espiritualidad.

 

La R.M. Reynalda Gallegos Franco, nació el 7 de febrero de 1903, en la ranchería del Mezquite municipio de Tepatitlán de Morelos, Jal. , llega años después a radicar con su familia a Tepatitlán, en enero 1925 se pone bajo la dirección espiritual del P. Ramírez. El 20 de enero de ese mismo año y en plena Persecución surgió en su corazón la idea de formar una congregación religiosa que viviera la espiritualidad de Sta. Teresita del Niño Jesús.

Fiel a su anhelo, la señorita Reynalda Gallegos Franco seguía en continua y profunda oración y penitencia: durante siete años los viernes no tomó alimento, sino sólo una taza de té por la noche. Vivía para hacer que sus hermanas amaran a Jesús con amor tierno y delicado, para hacer de sus vidas un continuo desagravio y lograr con sus ruegos la santidad de los sacerdotes, necesidad palpada por ella desde su juventud.

Ambos, conocedores de sus limitaciones pero resueltos a poner toda su confianza en Dios, aceptaron emprender esta gran misión.

Las Siervas del Señor de la Misericordia ofrecen a los destinatarios la oración, la misericordia, el servicio alegre y demás valores humanos y cristianos, al dar su testimonio de vida que transparenta a Cristo misericordioso.